La orientación desde la que trabajamos es principalmente cognitivo-conductual, si bien integramos a este enfoque un trabajo profundo a nivel emocional. De esta forma, podemos poner consciencia en tres aspectos: cognitivo, conductual y emocional, y en cómo estos influyen en las relaciones. Por otro lado, y para a quien le interese, contamos también con una orientación transpersonal, enfoque que añade a los aspectos anteriormente nombrados, el espiritual, permitiendo integrar y dar significado a determinadas experiencias para promover una transformación positiva en la persona.
Tratar temas que pueden resultar difíciles de abordar es normal y forma parte del proceso psicoterapéutico, por ello, prestamos especial atención al vínculo entre terapeuta y paciente, para que éste pueda sentirse cómodo a abrirse y explorar dentro de un espacio libre de juicios en el que se sienta seguro.